Por Salvatore Brienza
20/05/2000
Hablar de los Cedros del Líbano no es una tarea fácil ya que la misma está llena de simbolismo tanto en la religión Judía, Cristiana e Islámica.
Se sabe que con la Madera de
los Cedros del Líbano se construyeron el Arca de Noé, así como el Arca de la
Alianza y los templos de Jerusalén, símbolos todos estos de pactos y alianzas
así como de la continuidad de la humanidad luego de la catástrofe.
En la Enciclopedia de la
Francmasonería de Albert Gallatin Mackey dice refiriéndose a otro texto que:
“el cedro era el símbolo de la eternidad, porque su substancia nunca decae ni
se pudre. Por esta razón el Arca de la Alianza fue hecha de cedro; y aquéllos
que dicen o prefieren cosas dignas de elevarse y comparase con el cedro, son
los que dicen o escriben todo aquello
que el tiempo no puede borrar.”
Es por ello que en la
Masonería las leyendas de los altos grados
se refieren a los Cedros del Líbano no tanto por la significación
simbólica, sino más bien por el uso que de ellos hizo Salomón y Zorobabel en la
construcción de sus respectivos templos.
En la misma Enciclopedia se
describe los montes del Líbano de la siguiente manera: “El bosquecillo de árboles conocido como los
Cedros del Líbano, que consiste de cuatrocientos árboles aproximadamente, y que
se encuentran enteramente solos en una depresión de la montaña sin árboles en
su derredor, a seis mil cuatrocientos pies sobre el mar y tres mil bajo la
cima. Como once o doce son muy grandes y antiguos, veinticinco grandes,
cincuenta de tamaño medio y más de trescientos chicos y pequeños. Los árboles
más viejos tienen cada uno varios troncos y se extienden extensamente en
derredor, pero la mayor parte de los otros son de forma cónica y no se
extienden sus ramas laterales.”
“En 1550, había veintiocho
árboles antiguos; en 1739, Pococke, contó quince, pero el número de troncos
hace que la operación de contarlos sea incierta. Son considerados con mucha
reverencia por los habitantes nativos como testigos vivientes del poder de
Salomón.”
Hiram, el Rey de Tiro, en
cuyos dominios se encontraba el monte Líbano suministró estos árboles para la
construcción del Templo de Salomón.
“Los Bosques del Líbano que existen en sus
montañas pudieron suministrar únicamente la madera para el Templo. Estos
bosques mencionados como se encuentran cerca del mar eran de la posesión de los
fenicios, entre quienes la madera estaba en demanda constante, de tal manera,
que adquirieron gran habilidad y conocimiento en derribar los árboles y en su
transportación; por cuya razón fue de tal importancia que Hiram consintió en
emplear grandes cantidades de hombres en el Líbano en cortar árboles, así como
otros en el servicio de conducirlos a lo largo de la costa en balsas al puerto
de Jafa, de cuyo lugar se conducían fácilmente a través del país hasta
Jerusalén”
El Rito Escocés Antiguo y
Aceptado ha dedicado a esta montaña su Grado Vigésimo Segundo con el nombre de
Príncipe del Líbano o Caballero del Hacha Real.
Este grado fue instituido
para recordar los memorables servicios proporcionados a la Masonería por los
“majestuosos Cedros del Líbano”. La leyenda del grado nos informa que fueron
los Sidonios los empleados en cortar los Cedros en el monte Líbano o Lébanon
para la construcción del Arca de Noé. Sus descendientes después cortaron los
Cedros del mismo lugar para el Arca de la Alianza; y los descendientes de
éstos, fueron empleados de nuevo en los mismos oficios, en el mismo lugar, en
obtener materiales para la construcción del Templo de Salomón.
Más tarde, Zorobabel, los
empleó en cortar los Cedros del Líbano para la construcción del Segundo Templo.
Este pueblo famoso fundó Colegios en el Monte Líbano, y durante sus trabajos
adoraban siempre al Gran Arquitecto del Universo.
Como vemos los Cedros del
Líbano desde siempre han tenido el significado simbólico de la alianza y unión
perenne e incorruptible entre los hombres y la divinidad.
Por ello la Logia Cedro del
Líbano se ha formado por la convicción de sus FUNDADORES de sustentarse
en la fraternidad humilde y sincera como el CEDRO MILENARIO, que a todos
por igual da sombra y ejemplo de constancia.
Sus miembros han asumido la
responsabilidad de que este nuevo taller
nunca decaiga, se pudra y menos se corrompa la moral y las virtudes de
los hombres que la conforman; teniendo como pilares la tolerancia y el libre
albedrío.
Cada uno de los que
conforman este Tall\ están
convencidos que el simbolismo del Cedro demuestra la unión que debe existir
entre todos los masones amantes de la pureza de sentimientos, de las grandes
virtudes que deben adornar a cada uno de los que dirigen y militan en la misma
y por sobre todo escribir sobre las
maderas del Cedro del Líbano los principios ideales de una sociedad que se debe
basar en la Libertad, la Igualdad y la Fraternidad.
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