CARTA A MI HERMANO YORKISTA

 Por Salvatore Brienza

28/08/2003

 “No mires la paja en el ojo ajeno, sino has quitado la viga que tienes en el tuyo”

Querido Hermano Yorkista:

Como tu dices, y es una frase muy interesante“Una vez que se ha visto la Luz, no se puede vivir sin ella”.

Hoy, he recibido tu carta con la tolerancia que implica la aceptación de un nuevo Rito en nuestra Masonería.

Sé que en nuestros Templos Simbólicos se practican el Amor, la Fraternidad y por sobre todo la Tolerancia y así como pudiste aprender tus primeros pasos en la Masonería en el Rito Escocés, es la hora que entiendas lo que voy a plantearte.

No me asusta una idea nueva, porque realmente tiene que ser nueva la idea de construir una Masonería a partir de un nuevo Rito, porque yo sé que aquí en nuestro País, en el Rito Escocés tropezamos con muchos problemas, pero también sé que solo desde dentro de nuestro Rito vamos a poder cambiar la imagen que nos endilgas.

Entiendo que quieras ampliar el horizonte de los Hermanos, pero ante esa nueva posibilidad, debes de tener en cuenta que no  puedes caer en los mismos errores que me criticas y culpas a la Masonería del Rito Escocés.

Es importante ampliar los horizontes, pero si cometes el mismo error que nosotros, significa que en nada han cambiado trayendo un nuevo Rito.

Es cierto, que en nuestras Logias “Levantamos templos a la virtud y tumbas a los vicios”, combatimos la Mentira y la Astucia con el solo fin de construir una Hermandad, pero así como me cuentas que -en este momento- “tu ideal supera a tu realidad”, así quiero que reflexiones conmigo sobre el momento en que te tocará vivir cuando los que ocupan los Altos Grados empiecen a creerse el Gran Arquitecto del Universo y solo busquen los Honores y Títulos fríos.

Hermano Yorkista, no es contra vos en particular que hablo, es en realidad ante la posibilidad latente de que los hombres que te han invitado en la nueva Masonería, empiecen a crear estructuras que buscan solo su provecho personal, o la adquisición de Títulos y cuando llegue ese momento te pido que perdones esos deslices, porque son hombres y como hombres no son perfectos.

Ahora voy reflexionar contigo, aquella pregunta que me habías hecho, y que decía así: “¿De qué sirve desbastar, escuadrar, cubicar y pulir todos los días tu piedra si al final no te dejan llevarlo de las canteras hasta la construcción del Templo?”. Y ahora te respondo que nunca será en vano el esfuerzo que haga en el Rito Escocés toda vez que me dé cuenta que estoy mejorando particular y colectivamente, porque este es un ideal bueno que no debe importar el Rito que sea. Y te respondo que no es en vano, ni por ello menos importante, porque a pesar de que otros no vean mi esfuerzo quiero que sepas que me quedo aquí a sufrir los errores de mis Hermanos.

Además, nadie retiene el salario de ningún Obrero, porque a pesar de no obtener grados superiores, sé que los grados se obtienen por el conocimiento y no porque alguien o algunos te lo den. Particularmente pienso que los mandiles de colores no hacen a los Grados, es el conocimiento verdadero y la fuerza de perseverar cada día cambiando nuestra  personalidad para mejor, es lo que nos llevará a los VERDADEROS GRADOS SUPERIORES.

Te cuento que leí y oí que el  nuevo Rito “es más democrático” y eso sería bueno, pero como conozco al hombre, y en especial al Masón Paraguayo, sé que no va ha pasar mucho tiempo para que empiecen a crearse estructuras imitando lo que tanto critican.

Hoy, quiero decirte que aunque me habías dicho que la “intención no es dividir, sino mas bien de sumar”, quiero que me entiendas, que ningún Rito debe de instalarse a instancias de otro Rito y a pesar que tu idea era de no dividir, pero hoy siento mas división en la Masonería que antes que tu instales tu Rito.

Y aunque el Rito que yo elija no es el mismo que el tuyo, espero que entiendas que la mejor forma de trabajar fraternalmente es no buscando la división de las Logias de ninguno de los valles y menos aún abatir columnas.

Me habías dicho que “la suerte está echada[1] y te pido que trabajes con fuerza, pero fuera de nuestras Logias, sé que en un futuro no lejano tendremos la ocasión de construir una Masonería fuerte, donde no sean los Ritos los motivos de división.

Antes de despedirme, querido Hermano Yorkista, quiero recordarte una parte de tu carta y es aquella imposición hecha por nuestro Maestro H. A. : “no escuchéis la Mentira, no favorezcáis la Ambición y suprimid la Ignorancia para poder vivir como Hermanos conservando la Paz y la Unión y presenciaréis el triunfo de la Luz y la Verdad. No hay otra fuente de Felicidad que en la tierra que el Amor y la Fraternidad”

Fraternalmente,



[1] Julio César, General Romano, frase pronunciada al cruzar con sus tropas el Rubicón.

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