Estatutos de Bolonia de 1248 y los Landmarks

Por Salvatore Brienza

          Los Estatutos de los canteros de Bolonia de 1248 son uno de los documentos masónicos más antiguos que se conocen, de ahí que revistan un especial interés, pues constituyen un testimonio histórico y normativo a la vez que una enseñanza referida al arte y oficio de la construcción, el cual, al ser vivificado por el rito, establece un orden y armonía, que partiendo de los Principios Universales, organiza todos los niveles jerárquicamente inferiores, es decir, los pertenecientes al ámbito de lo manifestado, inclusive el del plano más material y concreto.

Estos canteros juraban como si fueran uno solo, es decir cada Maestro juraba: “Yo, maestro de la madera y del muro, que soy, o seré, de la sociedad de dichos maestros, juro, en honor de nuestro Señor Jesucristo, de la Bienaventurada Virgen María y de todos los santos…,”[1]

Y al separarse ambas Sociedades estipularon en su Art. XLVI “Que las sociedades (De la Madera y el Muro) deben reunirse aparte” diciendo que: “Estatuimos y ordenamos que la sociedad de los maestros de la madera debe reunirse aparte allí donde decidan los oficiales de esta sociedad y que la sociedad de los maestros del muro debe reunirse aparte allí donde decidan los oficiales de esa sociedad, y ello de tal forma que no puedan reunirse conjuntamente. Esto, salvo que los oficiales de las sociedades decidan reunirlas conjuntamente; entonces, ellas podrían reunirse.”[2]

Además, esta Constitución establece que cada sociedad puede tener sus propios estatutos, lo aclara en el Art. LVIII “De las copias de los estatutos de la sociedad” aclarando que “…, estatuimos y ordenamos que todos los estatutos de la sociedad sean copiados de nuevo y que allí donde, se dice los oficiales del muro y de la madera diga sólo del muro, de modo que los estatutos de la sociedad del muro sean distintos de los de la sociedad de la madera. Y que esto sea irrevocable.”[3]

Esta irrevocabilidad es la que Anderson (Que leyó los Estatutos, Constituciones y Reglamentos de los Masones Operativos para hacer su “famosa Constitución de 1723”, Mackey (1858), y otros establecen más adelante como “Lanmarks Inmutables”.


El H\ Valentín I. Heines, de la Gran Logia de Israel diceNo hubo mención de landmarks antes del año 1723. La Constitución de Anderson no se basó en los Old Charges, pero incluyó algunos de los Landmarks. Estos eran los puntos esenciales de derecho masónico que la Gran Logia debía abstenerse de modificar.  Solo en 1813, cuando se unieron las 2 Grandes Logias de Inglaterra en la Gran Logia Unida de Inglaterra, allí fue donde por primera vez se mencionaron los Landmarks para definir la instrucción de los candidatos, la iniciación, el aumento y pase de grados. Nada más”[4]

Similitudes entre la sociedad de la madera y la sociedad del muro
        - Estructura organizativa: Ambas sociedades tienen oficiales y un macero que supervisan las actividades y hacen cumplir los estatutos.
        - Reuniones y asambleas: Ambas sociedades están obligadas a reunirse regularmente para tratar asuntos internos.
        - Sanciones y multas: Tanto la sociedad de la madera como la del muro imponen sanciones económicas a los miembros que incumplen las normas.
        - Regulación de aprendices: En ambas sociedades se establecen normas específicas para la formación y el ingreso de aprendices.
        - Contribuciones y fondos: Ambas sociedades recaudan contribuciones y gestionan fondos para cubrir gastos comunes, como misas y funerales.
        - Resolución de conflictos: En ambas sociedades, los conflictos entre miembros son resueltos por los oficiales y el macero.

Diferencias entre la sociedad de la madera y la sociedad del muro
        - Reuniones separadas: Aunque pueden reunirse conjuntamente si los oficiales lo deciden, las dos sociedades tienen reuniones separadas para tratar sus asuntos específicos.
        - Estatutos diferenciados: Se establece que los estatutos de la sociedad del muro deben ser distintos de los de la sociedad de la madera, lo que sugiere que cada gremio tiene normas adaptadas a las particularidades de su oficio.
        - Distribución de funciones: Los oficiales y maceros de cada sociedad se encargan de supervisar exclusivamente a los miembros de su gremio, lo que refuerza la separación entre ambas sociedades.
        - Especialización del oficio: Aunque ambos gremios están relacionados con la construcción, cada uno se enfoca en un área específica (madera o muro), lo que implica diferencias en las habilidades y conocimientos requeridos.

En resumen
          Las sociedades de la madera y del muro comparten una estructura organizativa y principios comunes, pero mantienen su autonomía y adaptan sus normas a las particularidades de su oficio. Esto refleja la importancia de la especialización y la cooperación en las sociedades gremiales medievales.

Como vemos la Carta de Bolonia registra la importancia de los Maestros de la Madera y del Muro, juntos o por separado. Y los Landmarks, no son inmutables, ni tampoco deben ser tomados como un dogma que “separa las dos orillas” que deberían unirse por el bien de la Humanidad.


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